Actualmente, hay muchas herramientas financieras para empresas o emprendimientos, pero ninguna ofrece una solución con tanta rapidez y sin generar deuda como el factoring. Te contamos todo al respecto sobre este instrumento de financiación. ¡Sigue leyendo!
El factoring es una gestión de cobro de facturas, donde una empresa como la tuya realiza una venta a plazo y en lugar de esperar el pago, cede el derecho de cobranza a una institución financiera, que adelanta el monto de la venta con un porcentaje de interés.
Se podría decir, que la factorización convierte tus ventas a crédito en ventas al contado. El proceso es rápido y no genera deuda; tu empresa no paga, sino tu cliente al vencer el plazo estipulado.
¡Muy útil! Sobre todo para pequeñas y medianas empresas que necesitan capital de trabajo, sin embargo, les resulta imposible obtener un crédito o están utilizando las líneas de crédito para otros fines. Hicimos una mención especial de este recurso financiero en ¿Es posible financiar tu empresa sin endeudarla? Y sí, ¡es posible!
Ten presente, que el factoring también puede ser llamado factoraje o financiamiento de factura o letra de cambio.
¡Nuestro gerente general hizo una presentación especial sobre este tema!
Cómo funciona el factoring en la práctica
Supongamos que es tu empresa la que está accediendo a este tipo de servicio, el proceso sería el siguiente:
- Realizas una venta con un pago en 30, 60 o 90 días.
- Entregas el producto o servicio.
- Tu cliente recepciona la factura negociable o letra de cambio endosada.
- Te contactas con la institución financiera.
- Cedes la promesa de pago.
- Recibes un adelanto del pago con una retención mínima de garantía.
- La empresa de factoring cobra en el plazo que acordaste con el cliente.
- La empresa de factoring te devuelve el porcentaje retenido si el cliente paga a tiempo.
Debes tener en cuenta, que el porcentaje de retención y tu responsabilidad frente al incumplimiento del pago por parte de tu cliente dependerá del tipo de factoring al que accedas.
Descubre a continuación esas dos modalidades.
Los dos tipos de factoring
Ya debes tener una idea sobre la diferencia entre los dos tipos de factoraje que existen:
- Factoring con recurso: El solicitante es responsable de pagar si el cliente no lo hace.
- Factoring sin recurso: La institución financiera se hace cargo si el cliente no paga.
En Crece Capital, por ejemplo, hacemos factoring con recurso y sin recurso. La modalidad va a depender de si tenemos un convenio de Pronto Pago con tu cliente o no.
Beneficios del factoring
Las ventajas de este recurso financiero son muchas, pero las siguientes son las principales:
- Poder ofrecer crédito a tus clientes, sin necesidad de tener gran cantidad de capital.
- Mantener flujo de efectivo para estar al día y aprovechar oportunidades de negocio.
- Obtener financiación sin generar deuda para tu empresa, caer en la burocracia bancaria ni mucho menos copar tus líneas de crédito.
Si estás buscando aumentar el capital de trabajo, el factoring definitivamente es tu mejor opción. ¡Anímate! Saca todo el provecho de esta herramienta de gestión de cuentas por cobrar y financiación sin deuda.